Prunus avium |
Podemos encontrarlo en las márgenes de muchos ríos de la
península Ibérica. Presenta porte alto y frutas de tamaño mediano, de escasa
calidad.
Clima
El cerezo va bien en zonas de clima templado (inviernos largos y fríos y veranos calurosos). Es uno de los
frutales que más horas de frío requiere, por detrás del manzano y el peral; con
un mínimo de unas 850 horas por debajo de 7ºC a lo largo del invierno.
Multiplicación
El cerezo, como la mayoría de los frutales, no conviene reproducirlo mediante la siembra de las semillas procedentes de las cerezas que más nos gustan, ya que los nuevos árboles nos producirían cerezas de distintas variedades. Por ello, para llevar a cabo una plantación de una determinada variedad, los viveristas hacen uso del injerto.
Riego
Es, junto al almendro, uno de los frutales que menos agua de
riego requiere, pudiendo llegar a morir en caso de encharcamiento. Por ello ha
de plantarse en suelos poco profundos, calizos y que drenen bien. Los riegos
han de ser cortos y puntuales, principalmente en zonas con veranos muy cálidos.
Patrón o portainjertos
En España la variedad de cerezo más utilizada como pie o
portainjerto para la obtención de plantones, es el cerezo de Santa Lucía, Prunus mahaleb. Tras la siembra de las semillas de sus
pequeñas cerezas, brota un árbol con características muy rústicas, que, en su
momento, será injertado para obtener un árbol que produzca la variedad deseada
de cerezas.
Polinización
Más de una vez hemos oído un comentario como éste: “Tengo un
cerezo en mi patio, echa muchas flores, pero nunca da cerezas”
La mayoría de los frutales -también los cerezos- son
autoincompatibles, ello significa que el polen de los estambres no fecundiza a
las propias flores de una misma variedad, ni siquiera con la actividad de las
abejas. Por ello se requiere de la ayuda de otras variedades, los
polinizadores. En esta tabla te mostramos
las variedades de cerezos más cultivadas y las variedades polinizadoras
recomendadas para cada una de ellas.
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