Además de los daños causados por plagas y enfermedades, hemos de contar con los causados por los animales silvestres que, en ocasiones, hacen peligrar las cosechas y hasta el normal crecimiento y desarrollo de los árboles.
En nuestra plantación de cerezos podemos distinguir dos
tipos de daños: los causados por los corzos y los causados por las aves.
Daños por
corzos
Cerezo atacado por corzos |
Los principales daños se producen en los
primeros años de la plantación. Los animales acuden a comer los brotes tiernos
durante la primavera y verano.
Cuando los plantones son jóvenes, los machos
utilizan sus troncos y ramas finas para descorrear sus cuernas, frotándose
sobre ellos y ocasionando que la corteza se desprenda: la rama, o el plantón,
se seca y muere.
La mejor manera para proteger la plantación consiste en el vallado de la parcela o en la instalación de un pastor eléctrico a lo largo de todo su perímetro.
Daños por la
avifauna
La maduración de la cereza -mayo y junio- coincide plenamente con el boom de nidificación de la mayoría de las aves silvestres. Hay que alimentar a los polluelos, y esta sabrosa fruta les brinda una gran oportunidad para sacarlos adelante.
Si una bandada de tordos descubre los cerezos
coloreados por frutas ya madurando, se lanzarán sobre los árboles
despiadadamente. En poco tiempo el daño puede ser más que cuantioso. También
gustan de las cerezas los gorriones, las oropéndolas, los mirlos y los
arrendajos.
Es curioso que todos estos glotones de cerezas no construyan sus nidos en los cerezos. Sin embargo, los que sí anidan en los cerezos (jilgueros, verderones y pardillos), no comen cerezas sino insectos, siendo muy beneficiosos para la agricultura.
Medidas
disuasorias
Varios son los métodos utilizados para ahuyentar -aquí no nos sirven los vallados ni los pastores eléctricos- a estas aves e impedir los daños a nuestras cosechas:
Cañones de gas
Realizan descargas periódicas, simulando
disparos de escopeta. Los pájaros terminan por acostumbrarse a ellos.
Espantapájaros
clásicos
Pronto se posarán sobre los mismos mientras estudian el terreno y deciden a qué árbol atacar.
Cometas espantapájaros
Da buenos resultados la utilización de unas cometas con formas de águila, halcón o búho. Pero tienen el inconveniente de que no se elevan si no hace viento.
Ultrasonidos
Si ahuyentan a una especie, a la otra, no.
Cintas de colores, discos brillantes, espejos, CDs, etc.
Nada detendrá a unos padres en la tarea de
alimentar a sus crías. En cuestión de segundos vuelan hasta un árbol, toman una
cereza en el pico y otra en una de sus patas, y regresan al nido. Visto y no
visto. Además de las cerezas comidas, al suelo caen muchas más, ya picoteadas.
Un desastre.
En El Rincón de La Isidra venimos utilizando,
desde hace unos años, un método con resultados muy positivos: música y sonidos
estridentes de forma aleatoria. Esto hace que los tordos no se acerquen, pero
los gorriones no hacen caso.
Utilizamos este método, junto a las cometas simuladoras de halcones y búhos, por estar la finca en un lugar muy alejado de zonas habitadas y resultar nulas las molestias.
Red anti pájaros
Para cantidades pequeñas de árboles, resulta muy eficaz cubrirlos con una red anti pájaros. Es el mejor método para protejer un cerezo situado en un jardín o patio de vivienda.