Monilia en almendro |
La monilia o moliniosis está provocada por el hongo monilia laxa, y es la enfermedad que más
daños causa a las plantaciones de cerezos, almendros, melocotoneros,
ciruelos…
Comportamiento
Durante el invierno el hongo permanece inerte
entre las partes del árbol infectadas en la campaña anterior.
Las lluvias primaverales y las nieblas, junto a
temperaturas entre 15 y 25 grados son los principales aliados para que este
hongo se reproduzca y propague. Ataca principalmente las flores, consiguiendo
que se sequen sin desprenderse del árbol: quedan momificadas. También las
heridas causadas en tallos y en las propias cerezas son aptas para su
desarrollo. Un árbol atacado por monilia presentará ramas secas, sobre todo en
los extremos superiores, y exudación de gomosis.
Las cerezas atacadas por monilia se pudren en
pocos días y no son viables para el consumo. A su vez se incrementan los gastos
de recolección al tener que escoger las cerezas en el propio árbol.
Con la llegada del invierno, se detiene su propagación, quedando a la espera, en el propio árbol, de mejores temperaturas para reactivarse.
Lucha y control
Medidas preventivas
- Eliminar
y quemar las ramas afectadas lo antes posible
- Hacer
uso, siempre que se pueda, de la poda en verde.
- Pintado
de los troncos.
- Desinfectar con frecuencia las herramientas de poda.
Medidas
de control
Dar tres manos de compuestos cúpricos:
- A la caída del 50% de las hojas (noviembre).
- A la caída
de la totalidad de las hojas.
- A la caída de los pétalos.
Si la
enfermedad del año anterior fue considerable, se deberán de dar manos de cobre
cada 15 días.
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