Pulgón del cerezo

Colonia de pulgon en cerezo

Como la gran mayoría de los frutales, el cultivo del cerezo está expuesto al ataque indiscriminado de diversos insectos

que tratan de alimentarse de sus hojas, frutos, raíces, savia y madera. Cuando la cantidad de individuos de un determinado insecto amenaza el normal desarrollo del árbol o de la cosecha, se puede hablar de plaga.

Para controlar las distintas plagas que puedan atacar nuestros cerezos debemos utilizar los medios y tratamientos autorizados en nuestro país, tanto preventivos como de control directo.

Ciclo del pulgón

El pulgón del cerezo (Myzus cerasi) es un insecto de cuerpo globoso inferior a los tres milímetros de longuitud, de color negro brillante.

Puede reproducirse de manera sexual o por partenogenesis.

Cuando las condiciones ambientales les son adversas, depositan huevos en las bases de las yemas y en las gritas de la corteza de los árboles y ahí permanecerán hasta la llegada de la primavera, coincidiendo du eclosión con el inicio de la brotación de los frutales. Estos huevos soportan temperaturas extremas, lluvia y viento. 

Su eclosión da lugar a hembras ápteras (sin alas), las cuales generan hembras sin alas y hembras aladas. Éstas vuelan en busca de los brotes jóvenes que ya están desarrollándose en los frutales cercanos. En ellos, al mismo tiempo que se alimentan de su savia, se reproducen incesantemente por partenogenesis, dando lugar a una legión de hembras sin alas, que continúan haciendo lo mismo. Todas son hembras y todas paren multitud de clones iguales a ellas, sin necesidad de apareamiento sexual. Son vivíparos.

Cuando las temperaturas comienzan a disminuir (finales de verano en el emisferio norte), nacen hembras ápteras y machos alados. Se produce el apareamiento, los machos mueren y las hembras realizan la puesta en las grietas de la corteza de los frutales y cerca de las yemas, muriendo poco después, dando por finalizado el ciclo anual de estos diminutos insectos.

 Daños del pulgón

Los pulgones son pequeños insectos chupadores. Se alimentan de la savia de los frutales, haciendo especial incidencia en los brotes nuevos y tiernos. Se multiplican rápidamente, por lo que debemos estar muy atentos a nuestros cerezos desde el momento en que comienza la brotación de las yemas.

Si se produce la plaga, las hojas se deforman, enrollándose  sobre sí mismas y el árbol atacado pierde buena parte de su vigor; la cereza presentará poca calidad. A su vez, el árbol, ya debilitado, enfermará por la proliferación de hongos, bacterias y virus que se desarrollarán en la melaza producida por los excrementos de los pulgones.

Lucha y control

En agricultura ecológica están prohibidos los insecticidas en general. Para luchar contra el pulgón se aconseja: 

Medidas preventivas

- Mantener la plantación bien nutrida

- Realizar visitas diarias en la época más crítica para, si se ven sintomas de la existencia de pulgones en algún árbol, actuar con la mayor rapidez.

-    Si observamos hormigas subiendo y bajando por los troncos y ramas, es señal de la presencia de pulgones en el árbol. Las hormigas son aliadas de los pulgones y los trasladan en busca de zonas con abundante savia. A cambio ellas se alimentan de sus excrementos, los cuales contienen abundantes azúcares. Será muy positivo la colocación de cintas encoladas alrededor de los troncos para impedir el acceso a estas hormigas.

La mariquita es un gran aliado agrícola

- Favorecer la proliferación y multiplicación de los insectos enemigos de los pulgones: mariquitas, tijeretas.

-    Fumigar con aceite de invierno poco antes de la brotación de las yemas.

Medidas de control

Si la plaga ya está establecida, podemos fumigar las zonas afectadas con:

- Purín de ortigas

- Jabón potásico

- Vinagre

- Purín de ajo

-      No dudar en la supresión de aquellas zonas infestadas mediante su corte con tijeras.

Lectura recomendada:

Orugueta del cerezo